martes, 10 de octubre de 2017

Carta abierta a CCFFSSE 06/10/17


Hola a todos.

Soy un simple ciudadano que lleva unos días acudiendo a este foro para informarse, en la medida de lo posible, de como están viviendo ustedes esta situación y que piensan al respecto.

En primer lugar quisiera agradece a los CCFFSSE la labor que hacen. Es un placer vivir en un país que, a pesar de sus defectos, es un estado de derecho, social y democrático donde sus cuerpos velan por que así siga siendo, una labor tan encomiable como indispensable para que nosotos, nuestros familiares y conciudadanos podamos vivir en paz, más que sea relativamente.

En segundo lugar, comentar que soy un estudiante de ciencias politicas y de la administración, (ni soy de podemos, ni los voto, tampoco soy independentista  catalán) hago un esfuerzo continuo, en la medida de lo que me es humanamente posible, por comprender, por razonar, por entender a mis opuestos, por ser un ser empático.

Empatizo tanto con el agente encargado de hacer cumplir la ley como con quién práctica la resistencia pacífica como forma de protesta.

Evidentemente empatizar es una cosa y eximir es otra, quien delinque lo paga.La desobediencia y la sedición son  delitos. España no podría ser un estado de derecho si el estado no tuviera el monopolio de la fuerza legítima y la utilizará debidamente para defenderlo.

Asisto con verdadera preocupación al escenario que acontece. Sin ser un experto en nada, he realizado un pequeño curso de extensión universitaria sobre "la fusión de identidad como variable predictora del comportamiento extremo" una variable psico-social, que se está estudiando a lo largo y ancho del planeta, evidentemente por su eficacia demostrada empíricamente, para tratar de anticiparse a grupos sociales potencialmente propensos hacia la radicalización, para trazar estrategias de des-radicalización en ellos.

Precisamente en este curso recuerdo haber estudiado cosas verdaderamente interesantes, nada nuevas bajo el sol, aunque si lo fueron para mi, como el paradigma del grupo mínimo, los conflictos intratables, etc.

Recuerdo haberme quedado profundamente dañado con la caso concreto de Ruanda. La entrevista, desde la cárcel, a la presa que llorando, contaba que ella solo seguía órdenes explícitas del gobierno cuando emitía, como locutora de radio, los mensajes radiofónicos que el gobierno le enviaba, es desgarrador, ella mientras lo hacia, según manifiesta, era incapaz de imaginarse el alcance de unos acontecimientos que iban a desbordarse en horror, aunque aquellos mensajes eran llamamientos a la violencia tan explícitos que no hay margen para su justificación.

Ustedes son nuestra policía, la de todos los españoles, también la de los catalanes, aunque a una parte de ellos no les guste, les ruego con el corazón en la mano, prudencia.

No hablo de una prudencia materializada como duda a la hora de ejercer funciones, jamás osaría a tal atrevimiento, ustedes están perfectamente formados, saben y deben cumplir con su deber pues gracias a eso, en gran parte, somos, tal y como decía al principio, un estado social y democrático de derecho.

Cuando hablo de prudencia me refiero a, en nuestra cotidianeidad, no fomentar desprecios ni conductas violentas, no deshumanizar (clave de exterminio pues aniquilar comporta "nihil" que es la nada: no ningunear), no ser cómplices inconscientes hoy de un horror peor mañana.

Lejos de solucionar nada, calificar a determinados ciudadanos de guarros, de separRATA o que aquellos califiquen a la policía de perros, o de lo que sea, los nazis a los judíos de ratas, en Ruanda,  entre etnias, de cucarachas, contribuye a animalizarnos, en el sentido de deshumanizarnos, clave presente en no pocas de las barbaridades genocidas de nuestra especie.

No apelemos a las pasiones ni a odios atávicos, no abandonemos la racionalidad. No sucumbamos con humor a sembrar un odio en cuya siega un ser empático no puede más que llorar.

Se, de antemano, que pretendo un grado de sentido común superior al de no pocos políticos irresponsables, que como ustedes bien saben, vienen y van, pero ustedes los policías y nosotros los ciudadanos seguimos conviviendo y en tal convivencia la paz social es causa necesaria, de ella, justicia y policía son salvaguarda.

Para mí ha sido un placer haber vivido en democracia y no quisiera para mis hijos un futuro peor, es por ello que me he tomado este atrevimiento de exponer aquí lo que verdaderamente me preocupa y apele, simultáneamente, a vuestra eficiencia profesional y a vuestra prudencia personal.

Según se han desarrollado los acontecimientos,  podemos observar en muchísimos comentarios de cualquier medio nacional que se ha convertido en algo habitual la apología de la violencia pero sigue siendo un delito recogido en el código penal.

Quizá sea algo que venga bien recordar a quien, en sus círculos íntimos, esté planteando está cuestión territorial como si fuera una cuestión de fútbol, algo que me da tanta pena como miedo pues mucho me temo que exceda a mi entorno social.

La presión económica de la retirada de sedes de empresas, puede haber sido un movimiento oportuno e inteligente y ser un factor crucial para que se desinfle la tendencia separatista, ojalá las manifestaciones previstas para este fin de semana no supongan ningún contraproducente desenlace trágico que revierta tal efecto la tendencia.

Un sincero saludo de un simple ciudadano y de nuevo, muchísimas gracias por tan importante labor.

¡ Virtud y Honor !


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